“Laurel triunfal que es el causal de mi alegría”

“Laurel triunfal que es el causal de mi alegría”

Newell’s Old Boys 1919. Desde la izquierda: Nieto, Grenón, Bourguignon, Julio Libonatti, Martín, Ernesto Celli, Atilio Badalini, Adolfo Celli, Saruppo, Francia y Salcedo.

A continuación un breve detalle deportivo. Una radiografía de 17 Ases que brillaron en Newell’s Old Boys entre mediados de la década de 1910 y la década de 1920. Ases que fueron aclamados por la Legión Rojinegra, que merecen descansar en el vivo recuerdo de la Población Leprosa. En aquella década de 1910, el Fútbol en Argentina comenzó a ver como las Escuelas, en donde había despertado el Fútbol, se desguazaban de manera despreciable, vil. El Fútbol en Argentina nació en las Escuelas. Hoy, 3 de noviembre, saludamos y brindamos por los Socios Fundadores del Club, pero también por aquellos que lo dejaron todo, y sin saberlo, consiguieron que Newell’s Old Boys regrese a las posiciones de vanguardia. Ases que volvieron a grabar en Oro el prestigio de Newell’s Old Boys. Ases que sin saberlo, casi que refundaron al Club, peleando contra el ‘poder unitario’ que estableció que en Argentina no había más lugar para las Escuelas en el Fútbol. Ases que, tal vez sin saberlo, nos trajeron hasta aquí hoy, para que Nosotros hoy, estemos celebrando 117 años de Historia del único Club de la actual Primera División que nació en una Escuela, como nació el Fútbol en Argentina, en las Escuelas. GRACIAS. 

Ernesto Celli. Notable personalidad de sportsman. Ennis podía cubrir los puestos de ofensiva, luciéndose como centre forward, insider, o wing. Sobresalía en el puesto de centrojás o cualquier ala de las líneas medias. También era un aguerrido back de ser necesario. De ser requerido, podía brillar como hábil guardavalla. De allí su simpático apodo de “Hombre Orquesta”. Ennis Celli llegó a Newell’s en 1917, hasta marzo 1925 completó al menos 121 partidos y convirtió 80 goles (1). Salió Campeón en la Copa Vila 1918, 1921, 1922 y la Copa Ibarguren 1921 (Título Nacional). Defendió los prestigios de la Selección Nacional, y fue aclamado en las bregas que los Rosarinos mantenían contra Porteños y Uruguayos. Falleció en marzo de 1925, en el esplendor de su actividad futbolística, luego de un partido de preparación en el que fue la figura del encuentro, único match que compartió ofensiva junto a Vicente Aguirre. Querido y respetado por todos, hubo 3 días de luto en el mundo deportivo. Fue el Gran ídolo de aquellos días. Sus restos fueron cubiertos en un pabellón Rojo y Negro.

Atilio Badalini. Temible centro delantero, maravilló a la Legión Rojinegra con su juego abrumador a fuerza de goles y más goles. Arrancaba los avances encorvado, ya con el balón en su poder, se iba irguiendo para entablar maravillosos embates frontales. Poseía un potente disparo, y se distinguía por la fuerza para conectar de cabeza (incluso desde afuera del área). Sumamente ágil para trepar por los aires en procura del cuero. Llegó a Newell’s en 1917. Hasta 1926 jugó al menos 160 partidos, y convirtió 114 goles (2). Salió Campeón en la Copa Vila 1918, 1921, 1922; Copa Ibarguren 1921 (Título Nacional); y la Copa Estímulo 1925. Comandó los ataques de la Selección en el Sudamericano de Viña del Mar 1920 (Chile). En su veteranía oficiaba de árbitro. Se quedó en el Parque como canchero, y además estaba a cargo del buffet STADIUM en el Club. “Nunca quiso separarse de su querida institución“, “porque Badalini tenía un entrañable cariño por el Club Rosarino de sus grandes tardes“. ¡SALÚ GRINGO!

Adolfo Celli. Recio y potente back. El Alemán amaneció en Newell’s como uno de los futbolistas insustituíbles del once titular. Tenía un amor propio inquebrantable, contagioso al resto de sus compañeros. Regó con su sudor los fields rioplatenses, y fue aclamado por todos los que estaban en el fútbol. En Newell’s jugó al menos 123 partidos oficiales, y conquistó 8 goles, su único gol en el derby rosarino habla de su personalidad inclaudicable, cuando en el último minuto de juego, los visitantes festajaban por anticipado el triunfo, el Alemán fue en busca de un centro y conectó con destino de red, ahogando en silencio a la parcialidad sajona. Obtuvo la Copa Vila 1918, 1921, 1922, y la Copa Ibarguren 1921 (Título Nacional). Compartió zaga en la Selección junto a su camarada Rosarino Florindo Bearzotti. En un Argentina – Uruguay, tras un duro choque con Pedro Cea, el Alemán se vio forzado a decirle adiós a la práctica deportiva. Siguió ligado al Club como representante de N.O.B. en Buenos Aires, surgió como Entrenador del primer equipo (se inició en 1933 hasta 1937; siguió en los períodos 1940/43; 1946/47; 1953; 1958; 1961/62; 1965. Como Entrenador consiguió el Tricampeonato Rosarino 1933-34-35; y la Copa de Oro 1943 [Torneo Internacional Nocturno]). Además, el Alemán, inició un ambicioso proyecto de captación y formación de jugadores en el que brillaron cracks de la Ciudad y de todo el país. En el marco de ese proyecto, se dirigió a Casilda, y a un joven talentoso de las defensas, llamado Jorge Griffa, el Alemán le dijo “tenes que venir a un Club como Newell’s Old Boys“. Llegó a cobrar cuotas en la Administración del Club, vivió un tiempo debajo de la tribuna del Palomar, dejó informes futbolísticos en el Club hasta su último día. ¡GRACIAS ALEMÁN!

Julio Libonatti. Llegó a Newell’s en su adolescencia, brilló en la llamada 4ta “de Fierro” que fue Campeón invicto en 1917. Ese año debutó en la Primera de Newell’s, jugando un partido. El Potrillo fue un notable wing derecho, fuerza para el remate, velocidad para desbordar, habilidad para encarar y llevarse la marca, potencia para enviar centros certeros al área. Tenía una curiosa habilidad para pegarle al cuero y tiento con la punta del pie, “como si fuese un jugador de billar“. Obtuvo la Copa Vila 1918, 1921, 1922; y la Copa Ibarguren 1921 (Título Nacional). Maravilló a todos en los internacionales con la Selección, fue la gran figura en las faenas del Sudamericano 1921, convirtió el gol en la final, y fue llevado en andas desde el field de Sportivo Barracas hasta Plaza de Mayo. En el invierno de 1925 emigró al exterior a engrosar las filas del Torino F.C. italiano. Fue así el primer jugador sudamericano en ser transferido a Europa. En Newell’s jugó al menos 137 partidos y convirtió 64 goles entre 1917 y 1925.

Umberto Libonatti. El Turco fue un gran exponente del Fútbol Total. Brillaba como entreala o puntero en las ofensivas; descollaba en las líneas medias; y también podía aparecer como aguerrido back. En Newell’s jugó al menos 191 partidos y convirtió 65 goles entre 1920 y 1930. Salió Campeón en la Copa Vila 1921, 1922, 1929; Copa Ibarguren 1921 (Título Nacional); y Copa Estímulo 1925. Por aquellos días de 1920, Antonio Libonatti, padre de los cracks, contratista él, comenzó a elaborar la construcción de la vieja tribuna roja, la que daba al Hipódromo. Luego de los entrenamientos, cuando los había, los Hermanos Libonatti se cambiaban la pilcha de jugador y se arremangaban para trabajar junto a su padre, apilando ladrillo por ladrillo, construyendo la tribuna. Durante muchos años a esa tribuna se la llamaba cariñosamente “Tribuna Libonatti“. El Turco Umberto siguió en el Club como encargado en el ingreso al Club, vivió algún tiempo en un salón debajo de la Tribuna Oficial.

Isidoro Bourguignon. Gran back. Conformó una de las zagas Rojinegras más recordadas junto al querido Alemán Celli. Bourguignon jamás fue amonestado, incluso, dados su carisma y sentimiento de sportsman, lo llevaron a ser consultado por los árbitros ante fallos que despertaban alguna duda. En el entretiempo de las bregas en el Parque, era capaz de enfilar rumbo a Provincial para competir en alguna carrera, “ganaba, y volvía al trote, para cambiarse y jugar el 2do tiempo“. En Newell’s jugó al menos 131 partidos entre 1919 y 1926. Fue Campeón en la Copa Vila 1921, 1922; Copa Ibarguren 1921 (Título Nacional); y la Copa Estímulo 1925.

Bernardino Nuin. Formidable guardavalla Rojinegro. Fue aumentando su físico con el correr de los años, resignando agilidad y elasticidad, pero ganando potencia y fuerza. En aquellos días de la década de 1920 comenzaron algunos arqueros a patear los penales. Nuin fue el primero en hacerlo en Newell’s (en sus inicios había sido centrodelnatero en otro equipo de la Ciudad; pero el arco le tenía reservado grandes momentos deportivos). Jugó en Newell’s al menos 94 partidos entre 1919 y 1925, convirtió 11 goles de penal. Fue Campeón en la Copa Vila 1921, 1922; y Copa Ibarguren 1921 (Título Nacional). Fue invitado por el Club para integrar el once Rojinegro que el 17 de julio de 1927 le ganó 4 a 0 al Real Madrid en el Parque.

Federico Garrone. Ex Alumno del Colegio Comercial Anglo Argentino. Comenzó a brillar en las ofensivas de la 5ta Campeona 1917. Se destacó como wing (puntero) derecho y también como insider (entreala) izquierdo. Al año siguiente volvió a brillar, esta vez, en la 4ta Campeona 1918. Hizo su presentación en el primer equipo de Newell’s en 1920. Jugó al menos 22 partidos y convirtió 11 goles. Integró el Newell’s Campeón Copa Vila 1921 y 1922. Jugó hasta 1923. Compartir ofensivas con Badalini, Ernesto Celli, los Libonatti, Francia o Saruppo, se volvía difícil de sostener, nadie juega para ser suplente. Garrone siguió ligado al Club que defiende las enseñanzas del Colegio Newell, establecimiento del que fuera ex alumno como queda dicho. Participó en la conformación de las Listas y Comisiones Directivas, llegando a ser Presidente del Club Atlético Newell’s Old Boys entre 1968 y 1972. Fue uno de los pilares en impulsar esa Escuela de Dirigentes que brilló y guió al Club entre los años 1970 y principios de los años 1990.

Filedolfo Salcedo. El Pelao llegó a Newell’s oriundo de Provincial en 1919. Desde esos primeros días deslumbró a la Legión Rojinegra. Destreza y coraje para ganar el medio campo. A pura calidad se ganó el puesto de centrojás del Combinado Rosarino. “¿Juega o no juega el Pelao?” Clásica alusión a la valía del crack y a su seña particular, su prematura calvicie, que lo llevó a relumbrar los fields del Río de la Plata. Únicamente Ernesto Celli era capaz de reemplazarlo con éxito. Salcedo jugó al menos 132 partidos, convirtiendo 9 goles entre 1919 y 1926. Fue Campeón en la Copa Vila 1921, 1922; Copa Ibarguren 1921 (Título Nacional); y Copa Estímulo 1925. Lamentablemente falleció a temprana edad en el decurso de los años 1930.

Alfredo Chabrolín. “El terceto medio Chabrolín, Salcedo y Grenón, fue respaldo magnífico al triángulo famoso integrado por Nuin, Bourguignon y A. Celli“. Chabrolín llegó a Newell’s en 1920. Jugó hasta 1932, en los inicios del Fútbol Profesional en Argentina, al menos 235 partidos y convirtió 7 goles. Fue un notable as de las líneas medias, despliegue, habilidad, claridad para el juego asociado y fuerza en la marca. Salió Campeón con Newell’s en la Copa Vila 1921, 1922, 1929; Copa Ibarguren 1921 (Título Nacional); Copa Estímulo 1925; y Torneo Gobernador Molinas 1931.

Alfonso Grenón. Fue fundamental en la línea media de la 2da Campeona 1917. Al año siguiente hace su presentación en la primera Rojinegra, y a pura fuerza, potencia y calidad se va ganando el puesto. Marca y juego, entrega y coraje. Y Newell’s volvió a los puestos de vanguardia, luchando contra el desguace de las Escuelas en el Fútbol Argentino. Fue Campeón  de la Copa Vila 1918, 1921, 1922; Copa Ibarguren 1921 (Título Nacional). Jugó al menos 74 partidos y convirtió 3 goles entre 1918 y 1923. 

Vicente Aguirre. El Chueco Charrúa. Potente y poderoso delantero. Habilidad, juego aéreo, maestría para la definición. Se inició en un club ferroviario. Triunfó en el Charrúa de Barrio Tablada. Pasó por Newell’s entre 1925 y 1928. En ese corto período no paró de convertir goles (entre 87 (3) ú 89/90 goles). Compartió ofensivas con el veterano crack Atilio Badalini (ambos convirtieron en 2 ocasiones 6 goles en un mismo partido, cifra aún no superada en Newell’s), y con el juvenil Agustín Peruch. Fue Campeón en la Copa Estímulo 1925. Jugó al menos 70 partidos en Newell’s.

Arturo Ludueña Chini. Gran wing derecho. Apareció en Newell’s en 1922. Se recibió de abogado mientras despuntaba el vicio en el Rojinegro. Jugó al menos 11 partidos, y convirtió 3 goles. Jugó en el recordado internacional contra la Selección de Brasil en diciembre de 1925 (fue empate 2 a 2), y también en un match en el Parque contra Boca Juniors en marzo de 1926 (fue triunfo Rojinegro por 2 a 1, fue el desquite de aquel partido jugado en Buenos Aires en el que los Porteños llegaban de una Gira por Europa). Durante 1926 emigró a las filas del Alba Audace italiano. Fue el primer jugador extranjero de la escuadra A.S. Roma (1927).

Florindo Bearzotti. Brilló y deslumbró a todos en Belgrano. Sus notables actuaciones en el terceto defensivo lo llevaron a ganarse un merecido lugar en el combinado Rosarino. Allí conformó una de las mejores, y más recordadas, zagas del Fútbol de los años 1920 junto a Adolfo Celli. Tanto maravilló el juego que desplegaban, que la zaga fue la que defendió a la Selección en bregas internacionales del Río de la Plata; llegando a grabar en Oro sus nombres con la obtención del Sudamericano 1921, cuando los jugadores chacareros, gauchos, sacaron el cuero por los prestigios del Deporte Nacional. Bearzotti llegó a ser Capitán de la Selección. A principios de 1925 acuerda su llegada a Newell’s Old Boys. La intención era compartir zaga con su viejo camarada de las mejores tardes, pero lamentablemente el Alemán no pudo recuperarse de la lesión, y le dijo adiós a la práctica deportiva de manera prematura. Bearzotti jugó al menos 84 partidos entre 1925 y 1928, marcó 3 goles. Fue Campeón en la Copa Estímulo 1925. Aunque corto, tejió un lazo inquebrantable con el Club y la afición Leprosa; siguió trabajando junto a Adolfo Celli. También seguía al primer equipo de N.O.B. en los años 1940 cuando depositaba toda su sabiduría para que un juvenil zaguero de Entre Ríos triunfara en el Parque: el Comisario Juan Carlos Colman.

Agustín Peruch. Surgió en la primera de Newell’s como centrodelantero. La idea era reemplazar al veterano Atilio Badalini. Años más tarde el Gringo reconocía su error. Al verse amenazado por el juvenil delantero, quiso empujarlo hacia los costados, para darle un golpecito que lo sacara del equipo. Peruch no prosperó como centrodelantero. Pero triunfó como puntero derecho y como entreala. Quien se retiró de la práctica fue Badalini. Velocidad, gambeta, habilidad, gol y potencia para el embate ofensivo asociado. En Newell’s jugó al menos 151 partidos y convirtió 51 goles entre 1926 y 1933. Fue Campeón en la Copa Vila 1929; Torneo Gobernador Molinas 1931, 1933; y Copa Estímulo 1933.

Grabriel Pezzutti. Glorioso Botiquín Rojinegro. Integró la Delegación de Newell’s Old Boys por lo menos entre 1925 y 1942. Asistiendo a los cracks y luciendo sus habilidades y conocimientos a los jugadores rivales de ser preciso. Recorrió los fields del país, conviertiéndose en internacional en las Giras que Newell’s realizó en el exterior. Lucía un prominente escudo del Club en el portafolio donde llevaba los elementos de primeros auxilios y recuperación.

Domingo Brebbia. Consejero y Secretario del Club Atlético Newell’s Old Boys. Encargado de recibir a las delegaciones vistantes en el Parque. Asistía a los cracks cuando la figura del Entrenador aún era difusa en los Clubes locales. Estaba encargado de cubrir todos los detalles, como por ejemplo, diagramar el cuidado de la gramilla del field del Parque. Integró la Comisión Directiva a lo largo de aquellos años de los 1910 y 1920, llegando a ser presidente del Club entre 1925 y 1927.


GLORIA Y HONOR A LA LEGIÓN ROJINEGRA

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Fuentes: Historia del Más Popular

              Alma Leprosa en San Miguel

              Newell’s El Museo

              PionerodelFútbol.com

              ElRojinegro.com  

              Diario Leproso

              Efemérides Históricas del Departamento de Cultura del CANOB 

              DE NEWELL, José Dalonso, 2003 

              Notas personales para el diario La Tribuna, Cipriano Roldán, 1958/59