traspasando el Legado Leproso II

traspasando el Legado Leproso II

Culminado el Sudamericano 1945, el 28 de febrero, para la prensa porteña era ya un hecho la transferencia del mejor centre half del país a River Plate. Ángel Perucca recibió, una y otra vez, tentadoras ofertas para trasladarse a Buenos Aires. Pero el dinero no era lo único que lo motivaba para salir a los campos deportivos a defender los prestigios Rojinegros de Newell’s Old Boys. Siendo una figura consagrada, se jugó una carta Gracias a la Población Leprosa que colaboró. Carta que dejó pasmado a los porteños y, atónitos a los operadores locales.

Lentamente el negocio fue fragmentando todo a su paso, hasta destruir un deporte como el Fútbol. Por dinero se justifican fracasos. Por dinero nos maniobran en operaciones viles. Por dinero brotan tilingos y mentirosos disfrazados de ‘periodistas deportivos‘. Por dinero se instalan curros. Por dinero te quieren mero ‘consumidor‘ de espectáculos deportivos. ¿Qué será esto último? Una persona espectadora, repetidora de mentiras, engañada, totalmente ajena a las mesas donde se toman decisiones, excluida de las organizaciones colectivas que definen escenarios. Tal vez sea eso. Por dinero devoran el sentimiento sportivo que aún no se apagó en Argentina. En aquellos días de marzo de 1945, aún quedaban resabios del amateurismo que había florecido en el país. Amateurismo que fue devorado por el profesionalismo rapaz de los años 1930 y 1940. Hasta ir diluyendo el deporte con los años, para transformarlo en la mediocridad corporativa instalada a partir de los años 1950 (la farsa del fútbol-espectáculo).

En 1945 Ángel Perucca dejó grabado a fuego el sentimiento Leproso que marca la diferencia entre ser una Gloria Deportiva Rojinegra o ser un mercader olvidado por un puñado de monedas. Tanto impactó la decisión y justificación de El Portón de América, que la revista El Gráfico tuvo que explicarle a la afición porteña porqué Perucca se quedaba en Newell’s Old Boys:

HABLA PERUCCA

En un reportaje exclusivo para El Gráfico explica los motivos de su permanencia en Newell’s Old Boys. – Magníficas palabras del gran centre half.

“[…] Cuando se dijo que Ángel Perucca sería transferido, los socios de Newell’s, ‘pusieron el grito en el cielo’.

¡No puede ser!… – dijeron. – Y desde ese día la familia Rojinegra vivió momentos de nerviosidad y no fueron pocas las situaciones que se produjeron entre dirigentes y asociados.

Perucca había llegado ante la C.D. de Newell’s llevando cifras y diciendo que lo que River Plate le ofrecía era tan importante que él, en dos años de actuación, habría de ganar más de 50.000 pesos. Era una prima de 20.000 pesos, sueldo mensual de 800 pesos asegurados, como mínimo; 2.000 pesos para que se instalara en Buenos Aires y, además de eso, percibiría 12.000 pesos de porcentaje de Newell’s Old Boys, que había cotizado en 80.000 pesos su pase. A Perucca le correspondía el 15% por tener una antigüedad mayor de cinco años en el Club. El argumento del jugador – respaldado por los números – no admitía réplica. – Este había agregado: “Con la misma prima y sueldo, no me muevo de Club“. – Pero Newell’s reglamentariamente y por otras razones, no estaba en condiciones de pagar tanto y fué así como, antes de la partida de la delegación argentina a Chile (1), quedaron convenidas las bases de la transferencia de Perucca a River Plate, con dos cláusulas especiales. Una de ellas establecía que el club “millonario” no adquiriría su pase si su examen médico no resultaba satisfactorio; pero la ficha de Perucca fué completamente satisfactoria. En la otra, Newell’s dejaba constancia que le daría la transferencia en el caso de que el jugador diera a su debido tiempo su conformidad.

Fué Perucca al Sudamericano sin firmar su contrato con River y quizás con la esperanza de llegar a un acuerdo con el Club Rosarino. Él mismo me ha dicho:

_”Lo que River me ofreció era tan tentador que confieso que en el primer momento creí que se me brindaba la mejor oportunidad de mi vida. Yo he calculado que tengo tres o cuatro años más de fútbol en primera división y entonces me pareció que tenía que aprovechar la situación. Pero, en medio de todo, viendo las ganancias por un lado, yo me veía, por el otro, vistiendo una camiseta que no fuera la de Newell’s, jugando un día contra mis compañeros de siempre, fuera de este ambiente de Rosario que tanto quiero y alejado de amigos que, como yo, sienten cariño por los colores Rojinegros. Entonces, en lugar de ponerme contento, me entristecía. Quería irme a River, porque es un gran club y donde iba a encontrar buenos amigos, pero también quería quedarme en Newell’s si en él se comprendía cuál era mi situación“.

Estas, sinceramente, no son las palabras del cronista que cree haber interpretado a través de una impresión rápida la forma de pensar del reporteado. Estas, realmente, hasta en sus más mínimos detalles, son las palabras textuales de Ángel Perucca, futbolista profesional de quien muchos tienen un concepto equivocado.

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Mientras Perucca estaba en el Sudamericano, en Rosario sus amigos personales hicieron una gestión efectiva para reunir el dinero necesario y poderle dar la prima de 20.000 pesos y los 800 mensuales. El Club, en cambio, cumpliría con el reglamento y sólo le dará 5.000 pesos por un año y 200 de sueldo:

Me decía Perucca: _”Yo había comprometido una palabra con River. Pero antes les había dicho a mis amigos y consejeros de Rosario que, a igualdad de cifras, me quedaba en Newell’s. Un día me hablaron por teléfono a Chile y me dijeron que había posibilidad de un arreglo. Fué un alegrón tan grande que cuando corté la comunicación y regresé al grupo donde estábamos charlando con Salomón, Pontoni y otros muchachos, los encaré con un “¡VIVA NEWELL’S!…” que ellos no comprendieron, pero que a mí me salía de adentro…

Ángel Perucca, Gloria de Newell’s Old Boys. Foto revista El Gráfico

Lo demás ya se sabe. Perucca vino a Rosario, tuvo la seguridad de que lo que se le prometía se cumpliría y, finalmente, dió la respuesta a River y Newell’s: no aceptaba la propuesta del primero y decidía quedarse en el Club del Parque. Eso, en números, le significa a Perucca perder de ganar, de entrada, 14.000 pesos más y, en el correr de las temporadas oficiales, los premios especiales que en el club porteño son más importantes que los que se reciben en Newell’s.

Pero de ello no hay en Perucca ningún pesar. Efectivamente, es así y el jugador lo ratifica con estas palabras:

_”La cuestión se resolvió como yo esperaba. En las gestiones para que yo siguiera en Newell’s han tenido participación personas a quienes yo estimo y respeto. Voy a decir sus nombres porque sé que son buenos deportistas y mejores amigos: se trata de los señores doctor Rafael Pineda, doctor Alfonso P. Quaranta, Desiderio Blum y doctor Enrique Delpino. Ellos me dijeron que yo tendría lo que había pedido, porque con la contribución de varios socios del Club reunirían lo necesario para igualar la oferta de River. Ustedes quizás no le den importancia, pero no saben lo que esto significa para mí. En la vida, y en el fútbol mismo, no todo es ganar dinero. Hay otras satisfacciones que son más grandes, y si esos amigos – que representan a otros más – hicieron lo que hicieron para que yo no cambiara de Club, quiere decir entonces que me quieren y que han valorado todo lo que yo hago en las canchas de fútbol defendiendo los colores de Newell’s.

¿No es verdad que no parecen palabras de un jugador de fútbol? ¿Y qué diremos de esto otro que declaró Perucca?

_”Estoy seguro de que en River hubiera respondido. Siento una parte de simpatías por el club. He tratado con dirigentes amables. Sabía que jugar con Pedernera, Labruna, Ramos, Iácono, Muñóz, Loustau y otros muchachos, todos amigos, me permitiría “engranar” rápido. Estaba seguro también de que no me faltaría entusiasmo. Pero de lo que no estaba seguro, es de que sintiera tan pegada a mi corazón la camiseta, como siento la de Newell’s. La verdad, la pura verdad, es que yo no me “veía” bien defendiendo otros colores. Es decir, los únicos que se defienden con más cariño son los de la Argentina.”

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Ángel Perucca, gloria de Newell’s Old Boys.

Así habla el jugador de Newell’s. Son palabras llanas y sinceras. Dice la verdad y eso se observa en su rostro. Su esposa lo ratifica en todo. Hace poco que se casaron, a tal punto que, en el momento de escribir estas líneas, todavía tenían pendiente su viaje de bodas. Lo impidieron los partidos de la Copa Chevallier Boutell y la disputa del Sudamericano. Recién ahora, en estos días, y a tres meses de su casamiento, salieron en una ‘luna de miel atrasada’.

Completamente optimista Perucca nos dice: _”Sé muy bien que esto significa mayor responsabilidad para mí. No tengo que defraudar ni a los amigos que me hicieron quedar, ni a los que a ellos les acompañaron, ni a los socios de Newell’s que, en general, me han demostrado su satisfacción por esta actitud. Pueden estar seguros que voy a tratar de hacer las cosas mejor que nunca. En cuanto a los dirigentes y socios de River Plate, deben comprender cuál ha sido mi situación. Aquí en Rosario tengo mi familia, mis amigos y un hogar que hace poco he formado. Y junto con todo ello, a un Club al que quiero, cuyos colores defiendo hace ya seis años y en cuyas filas me he formado y he ganado prestigio, a tal punto que considero que todo lo que soy en el fútbol se lo debo a NEWELL’S. Después de todo esto, la última aspiración mía será que el último partido que juegue – cuando me llegue la hora de colgar los botines – sea vistiendo la casaca Rojinegra, para responder así a la satisfacción que me han brindado en estos momentos.

Doy fe de que Ángel Perucca ha dicho esto con toda sinceridad.”

EL GRÁFICO, 16 marzo 1945

(1) Entre el 14 de enero y el 28 de febrero de 1945 se desarrolló el Campeonato Sudamericano en Chile, hoy la Copa América. Argentina gran Campeón, ganó 5 partidos y empató uno. Ángel Perucca fue una de las Grandes figuras indiscutidas del certamen.