“Plaga de mentirosos II”

“Plaga de mentirosos II”

Cuando la semana pasada Marcelo Bielsa se enfrentó con el establishment de operaciones, los mal llamados ‘periodistas deportivos‘, la Población Leprosa comprendimos que es una señal, un llamado, el momento de luchar, un grito de guerra como le dicen. El ámbito del fútbol está plagado de hipócritas y mentirosos que maniobran sus intereses edulcorados con consignas de moda. No hay tiempo. No hay voluntad. No hay esfuerzo. No hay lecto-comprensión. El derrumbe de la sociedad nos empujó a convivir con tantas carencias… pero, agazapados, estos operadores, se llenan los bolsillos vomitando mentiras, desinformando con operaciones. Se burlan de sus audiencias ocultando el engaño. Maniobran la buena voluntad de gente ingenua que los sigue consumiendo. Increíble, el lavado de cerebro producido por las tele-pantallas continua perpetuándose año tras año. Así ha sido desde tiempos inmemoriales.

Llegamos a tal punto de decadencia, en que ya no importa documentarnos, validar fuentes, verificar hechos, ni confirmar datos. Como dijimos, no hay tiempo, no hay esfuerzo, no hay lecto-comprensión, la investigación tiene que salir ya. Y así estamos. “Lo vi en una película“, “debe haber sido algo más o menos así“…. argumentos que nos enriquecen. El llamado de Marcelo Bielsa es a instruirse, a dejar de ser espectadores pasivos, y a no permitir que haya incapaces, inútiles y mentirosos intermediando entre la realidad y tu vida. Expulsá a los operadores de tu existencia. Implica esfuerzo, tiempo, instrucción, voluntad. Desarrollarse, depende de vos.

El discurso oficial, la mal llamada ‘Historia del Fútbol Argentino’, y los cancelados

Establishment: “grupo de personas que ejerce el poder“.

Autoridades incompetentes. Dirigentes incapaces. Felpudos llamados ‘periodistas‘ que operan justificando las aberraciones de esta gente. En los inicios del Fútbol en Argentina, la comunidad británica quiso monopolizar el ejercicio de las instituciones y su organización. Les duró un tiempo. Hasta que los herederos de esa comunidad, fieles a las cofradías, cerraron un perímetro de 30 kilómetros alrededor de la ciudad de Buenos Aires. Así, armaron la suya, su cofradía, con el fútbol porteño, falazmente llamado Fútbol Argentino. Sí, eran 30 kilómetros y lo llamaron Argentino. Hoy serán 65, 70 kilómetros, duplicaron la extensión, pero sigue siendo exageradamente escaso. Tenemos que desintegrar la palabra autoritaria del discurso ‘oficial‘.

No estamos inventando la pólvora con esto. Pero es difícil argumentar contra la pared de una cofradía, el discurso ‘oficial‘. Cuando el cobarde de Bartolomé Mitre le encomendó a Adolfo Saldías la misión de elaborar la ‘Historia de la Confederación Argentina’, jamás pensó que llegaría a sus manos un documento que desenmascararía las mentiras que lo sostenían en el poder. La irritación del poeta de la farsa y el odio fue tal, que la ‘Historia de la Confederación Argentina’ ni siquiera se comentó en la prensa para ser despreciado. No fue siquiera perseguido. No hubo esfuerzo, fue absolutamente ignorado y forzado al olvido. Saldías fue devorado por la cancelación hostil de las cofradías de Pavón. Hoy, julio 2024, Adolfo Saldías se mantiene como nombre en una estación en la puerta trasera de la ciudad de Buenos Aires, casi como queriendo que muy poca gente la vea, cerca del Hipódromo de Palermo (línea Belgrano Norte). A metros de donde talaron a don Raúl Scalabrini Ortiz hace 5 años, reemplazando su nombre por el de una universidad. Veremos que suerte corre Saldías.

Los triunfadores de Pavón, traidores y cobardes, cimentaron su discurso triunfal con odio y fanfarrias heroicas. Las mentiras comenzaron a ejercerse como sistema para proteger la hipocresía de los farsantes. Urquiza, Alberdi, Echeverría, Mitre, Sarmiento, son los principales orates de un sistema basado en la mentira y la hipocresía. Destilaron odio. Persiguieron con terror. Confabularon para traicionar. Se burlaron del Interior. Regaron con sangre criolla las tierras de la Nación naciente. Sembraron el discurso del odio. Y le dieron el puntapié a la cultura de la cancelación.

Lo poco que nos queda es la Historiografía como herramienta para desenmascarar la farsa a la que somos sometidos día tras día, documento tras documento, fascículo tras fascículo… perpetúan un discurso ‘oficial‘ que nos maniobra. Persiguen que no nos atrevamos a desenmascarar. Nos quieren afuera. Nos quieren consumidores. Nos quieren maniobrables. Similar a como procedieron con Adolfo Saldías. El ostracismo está a la vuelta de la esquina, está al acecho. A través de la Historiografía podemos abordar y rescatar valores que Saldías nos encomendó para no ser presas de las fábulas:

“[…] No se sirve a la libertad manteniendo los odios del pasado. Lo esencial es estudiar el cuerpo social que, á impulsos de su sangre y de los defectos de su educación, incubó y exaltó á los que tales odios inspiraron.” […] “En cuanto a mí, estoy habituado á ver cómo se derrumban en mi espíritu las tradiciones fundadas en la palabra autoritaria que, atando el porvenir al presente, echan al cuello de las generaciones un dogal inventado por el demonio del atraso. Pienso que aceptar sin beneficio de inventario la herencia política y social de los que nos precedieron, es vivir de prestado a la sombra de una quietud que revela la impotencia.”

[…] “Se hace consistir el progreso en divorciarse del pasado, pero en divorciarse de lo que conspira contra el liberalismo pervertido; de lo que no favorece las tendencias al absolutismo, que deja la opinión pública en esqueleto; de lo que puede oponer barrera á los vicios que corroen. Y se busca, sin embargo, en el pasado el atraso, el error y todo aquello que pueda dar pábulo á la hipocresía que corrompe; á la molicie y el lujo que enervan; al lucro ilegítimo con los intereses generales, que hace á la mitad de la sociedad tributaria de la otra mitad; á la avaricia sórdida que crea la explotación vergonzosa. La mentira erigida en sistema, y la virtud puesta en ridículo: he ahí la síntesis moral que ha resultado de ese divorcio del espíritu y la ciencia de la revolución de 1810” […]. (1)

RODOLFO VÁZQUEZ, primer cancelado del Colegio Comercial Anglo-Argentino

Lo que llaman Historia del Fútbol Argentino fue tratado por sus testigos directos. Hasta casi los años 1950 todos sabían quién era quién. Lentamente los testigos directos fueron reemplazados por fábulas heroicas de los Herederos del discurso ‘oficial’. Perpetradores de intereses porteños que justifican la imposición de una cofradía. Lentamente dejaron de difundir los hechos tal cual fueron. Empezaron a acomodar datos para imponer el reduccionismo de un radio minúsculo que pretenden llamar Fútbol Argentino. En un abrir y cerrar de ojos, las Escuelas dejaron de ser el escenario principal de divulgación del naciente deporte. No. ¡¿Qué Escuelas, si ya no hay?!

El discurso ‘oficial‘ maniobrado por la aristocracia porteño-británica, cubrió con el humo de los ferrocarriles el saqueo de las empresas extractivas, de patrones extranjeros. El fracaso de las Escuelas porteñas fue reemplazado por el humeante porvenir que traería el capital railroader. Conveniente a los sectores corporativos fuera del radio, por lo que consiguieron rápidos ecos de adhesión a las patrañas. Otro fiasco más. Lo único que nos dejaron fue el saqueo, el ferrocarril devastado, las Escuelas cerradas o las Escuelas jugando rugby y criquet…. y el último bastión, soportando la cancelación, peleando en Primera División: Newell’s Old Boys teniendo todo en contra, luchando contra el establishment sin dinero, la Población Leprosa luchando en contra del corporativismo del discurso ‘oficial’, con todo para seguir creciendo. Por más que nos cancelen. Por más que nos ignoren. Por más que mientan y tergiversen, Newell’s Old Boys y su Población Leprosa seguiremos de pie. Como hace Marcelo Bielsa una y otra vez, mirando hacia lo alto.

Pero, ¿Quién fue el primer cancelado del Colegio Newell?

Averigüémoslo:

Los que se salieron del molde fueron cancelados, postergados, olvidados. Rodolfo J. Vázquez fue quizás el primer cancelado. Ex Alumno del Colegio Newell. Secretario del Club en los años 1908 y 1909. Cronista en los albores del deporte, para diarios locales y porteños. Publicó para Crónica y La Reacción, corresponsal para La Nación y Fígaro. A fianles de los años 1932 publicó la serie “Las Mil y Una Anécdotas Futbolísticas“. En 1930 Vázquez publicó una jugosa serie de artículos repasando la Historia de deportiva de Newell’s Old Boys en la revista Rojinegro. En diciembre de 1916 anunció que estaba recopilando fotos y datos para elaborar La Historia del Football Rosarino. Al menos como compilador debería haber sido referenciado, su trabajo difundido, algo… sus documentación atacada, condenada… pero no. No hay registros. Cancelación y olvido.

Rodolfo Vázquez, el primer cancelado del discurso oficial.

Lo cancelaron igual que a Saldías. Un testigo ocular desautoriza a los embusteros. Es más fácil reescribir fábulas heroicas que repasar lo vivido y ver lo que no se quiere ver. “Di mi primera patada a un football, allá por el año 1891, cuando frecuentaba el Colegio Comercial Anglo-Argentino, del malogrado educacionista señor Isaac Newell, en cuyo homenaje se constituyó el C. A. Newell’s Old Boys, que tan honrosa página tiene escrita en el desarrollo y progreso del football rosarino“, recordaba Vázquez.

Se inició como croniqueur para el diario La Nación en junio de 1906. Siendo corresponsal deportivo, cronista, comenzó a coleccionar fotografías y a recopilar datos, “que me sirvieron para asumir la empresa en que estoy empeñado de redactar La Historia del Football Rosarino“. También tuvo su paso como referee de la Liga Rosarina. Actividad que le hizo “pasar las de Caín con el público y los jugadores, y no faltó la agresión, pero tampoco escasearon los aplausos, tan escasos por cierto a los referees“. Era de los jueces que imponen su energía en reprimir el juego brusco.

Vázquez comentaba a quienes estaría dedicado su trabajo sobre el football rosarino: “es una obra que el viejo footballer sabrá apreciar, por cuanto traerá a su memoria momentos felices de otrora, cuando la juventud le permitía demostrar sus habilidades deportivas“.

Alguien alguna vez dejó por escrito que Faustino González convirtió el gol del triunfo de Newell’s Old Boys contra el railway el 18 de junio de 1905, sí, adivinaste: Vázquez. Por otro lado, a algún operador se le ocurrió dejar por escrito que las Copa Pinasco de 1905 y 1906 eran de 2da división cuando la Liga Rosarina había dejado por escrito que eso no es así. Y a esa mentira interesada la siguen repitiendo. Y así podemos seguir desenmascarando las fábulas que nos quieren imponer. El interés y el poder que desafiamos es que el que canceló a Rodolfo Vázquez, es el que ignora a Isaac Newell en el mamarracho La Ciudad del Fútbol de la ARF, es el que le abre un expediente a Marcelo Bielsa por ir de frente, es el que persiguió y persigue a Newell’s Old Boys con medidas ejemplarizantes en todas las épocas… ¿te parece casual que justo ahora que las autoridades genuflexas argentinas tranzan con los capitales extractivos foráneos, le peguen a Newell’s como laboratorio de fábulas?

Abrieron la tapa de la cloaca nuevamente, y los olores nauseabundos ¡huelen a naftalina, orates!

SIEMPRE TE ESPERAMOS MARCELO

VIVA NEWELL’S

(1) Adolfo Saldías. (1911). Historia de la Confederación Argentina. Rozas y su época. Tomo I. Tercera Edición Corregida. Buenos Aires. Librería ‘La Facultad’, de Juan Roldán.