Autoevaluación para directivos de fútbol, por Jorge Griffa

Autoevaluación para directivos de fútbol, por Jorge Griffa

Alguien te empujó. Estás cayendo por el precipicio. Plantarte y recuperarte será difícil. Más fácil es dejarte caer hacia el abismo. En 120 años de Historia, a Newell’s Old Boys lo han empujado al precipicio en reiteradas oportunidades (agentes externos, y propios, el operador interno lamentablemente aflora en todas las épocas). Pero nunca cayó al abismo. A mediados de 1910 y durante la década de 1960, el Club vivió tardes negras, pero no desapareció, no se desguazó, y en unidad, recuperó su senda triunfal. Superó los peores momentos gracias a Lepras que se jugaron el cuero y el prestigio por el Club. Un gran valor Rojinegro ha sido Jorge Griffa. A la Gente de Newell’s, Griffa, nos dejó un cúmulo de enseñanzas que deberíamos continuar o volver a poner en marcha si queremos que la Institución prospere.

“….se está viviendo un momento de crisis futbolística en el club, y todos tenemos la obligación de poner el hombro, colaborar unidos y luchar para sacar el proceso adelante“; decía Jorge Griffa allá por 1993 en una de las tantas situaciones difíciles que atravesó Newell’s Old Boys. En aquel entonces una crisis futbolística requería trabajo y respuestas en bloque…. hoy, 2024, la crisis es integral y requiere un esfuerzo superior para dar respuestas. La ventaja es que depende de la Gente, siempre ha sido así.

En esta oportunidad, compartimos un extracto del Libro publicado por Jorge Griffa donde sugiere una serie de preguntas obligadas que deben formularse los directivos de clubes de fútbol. En épocas de misterio todo se revuelve y se mezcla, pero el daño ocasionado por autoridades incompetentes se sostiene largamente. Y, a veces, es muy difícil de desarticular. La Población Leprosa debe volver a la senda de la exigencia, subir la vara en todos los aspectos institucionales.

Empiece realizando su auto-evaluación:

CAPÍTULO 34

Preguntas que debe hacerse un directivo

<<Estas son algunas preguntas de las tantas que debería hacerse un directivo; seguro que al terminar de hacérselas, se dará cuenta de muchas cosas que debería mejorar.

Digo que en el fútbol los valores se entremezclan con la vida en sociedad. Tanto el jugador juvenil como el entrenador o el directivo deben saber que nadie se las sabe todas, que se necesitan entre ellos para conseguir los objetivos buscados. Es por esto que el que se crea infalible e insustituible camina por una cornisa y en cualquier momento puede caer al abismo. La autocrítica es la que nos hace reflexionar y nos muestra que sin nosotros el mundo sigue adelante igual.

¿Tengo lealtad con mi club?

¿Tengo lealtad con mi presidente?

¿Tengo lealtad con mis pares?

¿Tengo relación clara y directa con toda la gente de mi club?

¿Soy ecuánime en mis opiniones?

¿Conozco el tema del que estoy hablando?

¿Tengo equilibrio emocional en el triunfo y en la derrota?

¿Sé disimular errores ajenos?

¿Tengo autocrítica?

¿Soy un directivo ético?

¿Soy un directivo honesto?

¿Pienso en el bien de mi club o trabajo para mi propio beneficio?

¿Comparto éxito y fracaso con mis compañeros de comisión directiva?

¿Sé ocupar el lugar que me corresponde?

¿Me preocupo por mi área y me ocupo de que se hagan las cosas?

¿Soy respetuoso con la palabra dada?

¿Pienso que lo que yo hago siempre está bien y lo que hacen los demás está mal?

¿Soy crítico positivo o negativo?

¿Tengo doble discurso o soy sincero?

¿Pienso que los directivos se unen para conseguir un objetivo y una vez alcanzado, se pelean entre ellos por el poder?

¿Soy celoso?

¿Soy envidioso?

¿Mi estado de ánimo es parejo o cambiante?

¿Conozco lo que debo conocer del juego del fútbol?

¿Reconozco mis limitaciones?

¿Pongo todo mi empeño en lo que me corresponde hacer?

¿Soy cuidadoso en mis críticas y opiniones?

¿Sé que debo aprender o creo que sé todo?

¿Soy excesivamente ambicioso?

¿Manejo con criterio el poder?

¿Me impongo con la razón o con el poder que me da el cargo?

¿Trato como corresponde a los empleados del club?

¿Me desconcentro con facilidad?

¿Me creo el “censor” de todo y de todos? ¿No desprestigio a nadie?

¿Pienso que no me equivoco nunca?

¿Tengo autocrítica?

¿Creo que soy infalible?

Cuando hablo, ¿creo en lo que digo?

¿Soy justo en mis apreciaciones hacia los jugadores, directores técnicos y preparadores físicos?

¿Me esfuerzo para estar a la altura de las circunstancias?

¿Pienso antes de hablar?

¿Doy la cara en los momentos difíciles?

¿Soy consciente de mis defectos y virtudes?

¿Tengo respeto con la gente?

¿Sé escuchar?

¿Conozco aunque sea medianamente las áreas futbolísticas del club?>>

Jorge Griffa. (2011). 39 Años en Divisiones Inferiores: Programa de Enseñanza y Perfeccionamiento en el Fútbol Juvenil. Capítulo 34, páginas 263-264. 3ra edición, 2016. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Continente.